Bob Dylan tenía grandes baterías esperando, pero decidió usar esto y recibió su castigo: “Como si fuera mi culpa”

 

Dylan quería componer un éxito con una máquina muy propia de los '80, pero acabó desesperado 

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En 1984, el guitarrista de Tom Petty & The Heartbreakers, Mike Campbell, utilizó una máquina de ritmos para componer la demo de un tema utilizando, también, un sintetizador. El caso es que el tema no le gustó demasiado a Petty, pese a que Mike le sugirió meterlo en el disco 'Southern Accents' (1985). 

Sin embargo, la canción se le acabó presentando a Don Henley, batería de Eagles, que trabajaba en su segundo disco en solitario, todo por sugerencia del productor Jimmy Iovine. El caso es que el tema acabaría siendo “The Boys of the Summer”, todo un éxito que casi llega a colmar las listas de ventas. Pero tú has entrado a que te hablemos de Bob Dylan, ¿verdad?

Pues resulta que Dylan escuchó el tema y le encantó. Sabiendo que Mike Campbell, con quien había tocado en alguna ocasión, era el responsable del tack, el legendario cantautor no dudó en preguntarle al guitarrista por una de las herramientas que había usado para crear el tema.. aunque pronto se arrepentiría de haberlo hecho.

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BOB DYLAN, DESESPERADO CON UNA MÁQUINA DE RITMOS

En una nueva entrevista con Vulture (vía Louder Sound), Campbell recuerda que, impresionado por el éxito de la canción, Dylan quiso hacer lo propio y publicar un éxito de su propia cosecha.

"Un día estaba en una sesión y me dijo: 'Vaya, 'The Boys of Summer' es un gran éxito'", recuerda Campbell, y añade que las siguientes palabras que le dirigió Dylan fueron: "¿Usaste una máquina de ritmos en el tema?" y "¿Todavía la tienes?".

"Le dije: 'Sí', y me dijo: '¿Podrías traerla mañana? A mí también me gustaría sacar un hit'", recuerda Campbell.

Dylan, sin embargo, se encontró con un problema más que con una herramienta. La caja de ritmos le superó por completo.

"No siguió el ritmo de la máquina de ritmos y se frustró", recuerda Campbell. "No sé cómo no lo pilló. Tocaba por libre".

Y claro, si Dylan se frustra, Dylan se enfada: "Al cabo de unos minutos, Bob y el ingeniero me miran y Bob dice: 'Esto no suena bien'. Me miró como si fuera culpa mía. Le dije: 'Bueno, Bob, cuando enciendes la máquina, tienes que seguirla para que la grabación vaya al ritmo'. Y él respondió: '¿Quieres decir que no me sigue a mí? Bueno, ¿entonces de qué sirve?'. Hablaba muy en serio”.

"Creo que eso es lo más revelador de Bob", destaca Campbell. "Tenía a Jim Keltner, Ringo Starr, Levon Helm y toda esa gente estupenda en el estudio y aun así sentía que necesitaba la máquina de ritmos. Es una delgada línea entre el niño y el genio. Me encanta el tipo".