Christoph Schneider lanza su propio comunicado sobre las acusaciones que penden sobre Lindemann
El batería de Rammstein, Christoph Schneider, ha publicado un comunicado en respuesta a las acusaciones que penden sobre su cantante, Till Lindemann. El artista de 57 años es el primero en hablar públicamente sobre la situación.
En su Instagram, el batería ha publicado lo siguiente: «Me gustaría compartir con vosotros mis emociones y pensamientos personales”.
“Las acusaciones de las últimas semanas nos han sacudido profundamente como banda y a mí como persona. A vosotros, fans, seguro que también. Me siento en estado de shock por las cosas que se han compartido en las redes sociales y en la prensa sobre nuestro cantante. Es un flujo y reflujo de emociones para nosotros, los miembros de la banda y el equipo”.
“No, no creo que haya sucedido nada criminalmente relevante (como poner gotas en las bebidas). No. No creo que ocurriera nada ilegal, nunca he visto nada parecido, ni he oído nada parecido de ninguno de los miembros de nuestro equipo de 100 personas. Todo lo que escuché de las fiestas de Till fueron adultos celebrando juntos. Y, sin embargo, parece que han ocurrido cosas que, aunque legalmente están bien, personalmente a mí no me lo parecen. Han crecido ciertas estructuras que iban más allá de los límites y valores de los demás miembros de la banda. También es importante para nosotros que las fiestas de Till no se confundan con nuestras fiestas oficiales después de los conciertos”.
“Till se ha distanciado de nosotros en los últimos años y ha creado su propia burbuja. Con su propia gente, sus propias fiestas, sus propios proyectos. Eso me entristece, definitivamente. Creo a Till cuando nos dice que siempre quiso y sigue queriendo hacer pasar un buen rato a sus invitados en privado. Sin embargo, lo que imaginaban esos invitados parece diferir en algunos casos de sus propias ideas. Los deseos y expectativas de las mujeres que ahora han hablado probablemente no se cumplieron. Según sus declaraciones, se sintieron incómodas, al borde de una situación que ya no podían controlar. Lo siento por ellas y siento compasión”.
“Sin embargo, es importante que insista en algo objetivo: todos los invitados que se encuentren en la zona de bastidores son libres de salir (puede que tengan que esperar un momento a que los de seguridad les conduzcan con seguridad a la salida). Todas las botellas están precintadas y a la vista de los invitados cuando son abiertas o las abren ellos mismos”.
“Hay agua y tentempiés disponibles, al igual que personal de seguridad y atención médica disponible en todo momento. Queremos que todos nuestros huéspedes se sientan cómodos y seguros con nosotros”.
“Esta es nuestra norma. Así que lamento oír que algunos no se sintieron así».
La fiscalía investiga a Lindemann
En un nuevo comunicado, una representante de la fiscalía de Berlín ha declarado lo siguiente: «Se han incoado diligencias preliminares contra Till Lindemann por acusaciones relacionadas con delitos sexuales y distribución de estupefacientes».
A mediados de mayo, Shelby Lynn, una fan irlandesa de 24 años, alegó que le habían metido droga en la bebida en una “pre-fiesta” de Rammstein en su concierto en Lituania el pasado 22 de mayo. Lynn también declaró que se negó a tener relaciones sexuales con Lindemann en un cuarto debajo del escenario durante el intermedio del show, provocando esto que el cantante se enfadara. Lynn hace hincapié en que no sufrió ninguna agresión sexual por parte del cantante, que no la llegó a tocar.
El 28 de mayo, en respuesta a esta polémica, Rammstein emitió un comunicado en el que se leía: «Con respecto a las acusaciones que circulan en internet sobre (el concierto de) Vilna, podemos descartar la posibilidad de que lo que se afirma haya tenido lugar en nuestro entorno. No tenemos conocimiento de ninguna investigación oficial al respecto».
El testimonio de Lynn generó más de otras mujeres, fans de Rammstein, que afirmaron que varias mujeres eran seleccionadas por un individuo cercano a la banda y que, posteriormente, eran presentadas a Till. Según las acusaciones, algunas de ellas mostraban señales de haber sido drogadas.
Varios medios alemanes se hicieron eco de lo presuntamente sucedido, acusando al alemán de “abuso de poder y agresión sexual”.
Esto llevó a la editorial alemana Kiepenheuer & Witsch, que había publicado una colección de poemas de Lindemann en 2020, a poner fin a su relación laboral con el cantate, diciendo: «Hemos seguido con conmoción las acusaciones públicas contra Till Lindemann en los últimos días. Nuestra simpatía y respeto a las mujeres afectadas«.
La banda, después, publicó un segundo comunicado en el que se podía leer: «Las publicaciones de los últimos días han causado confusión y preguntas entre el público y especialmente entre nuestros fans. Las acusaciones nos han afectado profundamente a todos y nos las tomamos muy en serio. A nuestros fans les decimos: es importante para nosotros que os sintáis cómodos y seguros en nuestros espectáculos, delante y detrás del escenario».
«Condenamos cualquier tipo de transgresión y os pedimos: No participéis en prejuicios públicos de ningún tipo contra quienes han hecho denuncias. Tienen derecho a expresar sus opiniones. Pero nosotros, la banda, también tenemos derecho a no ser prejuzgados tampoco».
Por el momento, Till Lindemann niega tocas las acusaciones y su equipo legal afirma que todo lo dicho sobre él “es falso sin excepciones”.
Un representante de la banda ha dicho a la BBC que se está realizando una investigación interna sobre lo presuntamente sucedido y que se está interrogando a todo el equipo de la banda como parte de la misma.