El guitarrista ha hablado sobre su nula relación con las discográficas y el motivo que le llevó a no querer saber nada de ellas.
Que Steve Vai no tiene pelos en la lengua es algo de sobra conocido. Sin embargo, no está mal recordarlo convenientemente cada cierto tiempo. El artista ha hablado sin tapujos sobre la relación nula que mantiene con los sellos discográficos desde que les mandase “a la mierda” en sus comienzos musicales. El guitarrista ha mostrado su estupor ante los contratos que firman los artistas con las discográficas y ha recalcado su propósito de cobrar lo máximo por su trabajo sin que “otros se lleven su dinero”.
Las palabras de Steve Vai han sido recogidas en una entrevista para ‘Vintage Rock Pod’ (transcripción vía Killer Guitar Rigs): “No tenía expectativas reales. La idea de grabar un disco… sabía que quería grabar. Estaba grabando… sin parar. Pero la idea de publicarlo, de intentar conseguir un contrato discográfico y publicarlo, simplemente no quería afrontarla. Simplemente no quería salir y: ‘¿Publicarías mi disco?’”.
“La música me parecía demasiado personal para… No quería estar sujeto a la decisión de nadie sobre nada. Me sentía en una posición de vulnerabilidad, si tenía que depender de una compañía discográfica. No estaba desesperado en absoluto, no tenía ninguna desesperación por ser famoso o tener éxito. Sólo quería tocar la guitarra y grabar esas melodías y canciones geniales y locas. La idea de escribir música, grabarla y escucharla era suficiente”, añadía el artista.
“Empecé a investigar y tenía muchas limitaciones. Entonces pensé: ‘Bueno, qué diablos. A ver si alguien lo publica’. Empecé a venderlo. Había una discográfica, Enigma, que estaba dispuesta a publicarlo. Y la única razón por la que estaban dispuestos a publicarlo era porque yo era un ex músico de Zappa. Acabé consiguiendo un contrato con ellos”, recordaba.
Sin embargo, Vai no resultó muy contento al conocer los honorarios que iba a recibir: “Cuando leí el acuerdo, me quedé de piedra. Era como un adelanto de 10.000 dólares y ellos serían los dueños del disco y me darían 25 centavos por disco. Tuve que recuperar los 10.000 dólares de adelanto con mis 25 céntimos, y me dije: ‘¿Qué? ¿Esto es qué?’. Me vieron entrar, un chico estúpido”.
“Se lo llevé a mi abogado, y me dijo: ‘No, Steve, esto es un contrato discográfico convencional. Y es uno bueno, te están ofreciendo un adelanto. La mayoría de la gente en tu posición, no te ofrecería un adelanto’. Dije: ‘Sí, pero entonces son dueños de mi disco’. (Le contestó) ‘Sí, porque eso es lo que hacen’”, detallaba el músico.
“Y yo dije: ‘A la mierda, no’. Porque no me parecía bien. ¿Por qué deberían obtener mucho más? Siempre ha habido otro tipo de escollo en mí. Y siempre fue a nivel económico, nunca pude entender por qué alguien cobraría más que yo por mi trabajo. Y nunca lo han hecho. No en mi carrera. Siempre me he asegurado de que managers, agentes, quien sea… me paguen lo máximo. Fin”, terminaba comentando.
