El bajista de Black Sabbath recuerda uno de los momentos más críticos de la historia de la banda
Geezer Butler, bajista de Black Sabbath, ha recordado cómo la banda se vio afectada por los constantes cambios en su formación en el momento en el que Tony Iommi llegó a convertirse en el único miembro original, o al menos permanente, de la banda.
En la década de los ’80, tres cuartos de la formación de Black Sabbath acabaron saliendo del grupo, que ya había perdido a Ozzy Osbourne en 1979. El primero fue su batería, Bill Ward, que volvería para grabar ‘Born Again‘. No mucho más tarde de su regreso, el segundo cantante de la formación, Ronnie James Dio, dejaba el grupo, que fichaba a Ian Gillan (Deep Purple) para cantar en su lugar. Las cosas siguieron cambiando, sin parar, a lo largo de la década, hasta el punto en el que los ingleses, liderados por un resiliente Iommi, se convirtieron en la sombra de lo que un día habían sido.
Ahora, en una entrevista con The Rock Experience (vía Ultimate Guitar), Butler se sincera sobre qué le pareció la decisión de seguir adelante que tomó Tony Iommi: «Para mí, perjudicó a la banda porque tocaban en locales muy pequeños y no vendían discos ni nada».
Para Geezer, el mejor ejemplo está en las bandas que más han triunfado en la historia del rock: «Siempre pensé que Mick Jagger, en solitario, no saldría al escenario bajo el nombre de los Rolling Stones ni Jimmy Page como Led Zeppelin. Así que siempre tuve esa opinión. Pero Tony quería hacerlo, así le deseé buena suerte».
Kiss lo cambió todo
En la misma charla, Geezer también ha recordado el momento en el que Kiss abrió para Black Sabbath a mediados de los ’70, cuando los de Birmingham eran todavía más grandes que los de Nueva York.
Liderados por Gene Simmons y Paul Stanley, Kiss decidieron cambiar las reglas del juego al no limitarse simplemente a tocar y dar un paso más allá, incorporando increíbles efectos visuales a su espectáculo.
Ahora, cuando le recuerdan que gente como Ozzy Osbourne se quedó impresionada al verles, Geezer ha explicado cómo la llegada de Kiss le dejó boquiabierto: «Bueno, hasta entonces, casi nadie tenía ningún tipo de espectáculo escénico. Nunca habíamos visto algo así. Era inaudito tener llamas y fuego en el escenario, y explosiones, todo ese tipo de cosas. Fue la primera vez que vi a una banda dar un espectáculo tan grande. Normalmente, los grupos se limitaban a entrar, conectar sus amplificadores y tocar. Ese era el formato estándar hasta que llegó Kiss. Luego estaba Alice Cooper, por supuesto, pero creo que Kiss lo llevó mucho más lejos que Alice Cooper”.