Steve Perry (ex-Journey) celebra el último logro de “Don’t Stop Believin’”: “Emocionamente en shock”.

El que fuera cantante de Journey aún no se puede creer el nuevo título que ostenta su mayor canción

El que fuera cantante de Journey, Steve Perry, ha reaccionado a la noticia de que el emblemático “Don’t Stop Believin‘” ha sido nombrada, por la revista Forbes, como “la canción más grande de todos los tiempos”. Según la RIAA (Recording Industry Association of America), la canción ha sido, posiblemente, escuchada por casi todos los habitantes de la tierra y ya ha alcanzado el estatus de platino 18 veces.

El pasado 20 de marzo, Perry compartía el artículo de Forbes junto con el siguiente mensaje: «Cuando ayer {3/19/24} salió el artículo sobre ‘Don’t Stop Believin’ que dice que es ‘La canción más grande de TODOS los tiempos’, me quedé emocionalmente atónito. Formar parte de un momento como este me hizo reflexionar sobre mis padres. Aunque los perdí hace años, me alegré mucho por ellos, porque son la verdadera razón de todo esto. Mi padre era cantante y ambos eran muy musicales. Así que, en nombre de mi madre y mi padre, os doy las gracias a todos por tantos años de apoyo».

El cofundador y guitarrista principal de Journey, Neal Schon, fue uno de los músicos que comentó debajo del post de Perry en Instagram, escribiendo: «Eso es genial Steve. Que Dios te bendiga. Yo mismo reflexiono sobre el gran momento que pasamos componiendo esta canción. Respetuosamente Neal Schon».

Un hit sin pretensiones

Publicada en octubre de 1981, el “Don’t Stop Believin’” de Journey fue parte del séptimo disco de estudio de la banda, ‘Escape‘, que vio la luz a través de Columbia Records. Décadas después de su lanzamiento, la canción se convirtió en el tema digital más vendido del siglo XX, con más de siete millones de descargas.

En una entrevista de 2009 con «Q» (vía Blabbermouth.net), el que fuera cantante de Journey, Steve Perry, afirmó que pensaba, desde el principio, que «Don’t Stop Believin'» tenía potencial como single. Lo más curioso, eso sí, es que en un principio no funcionó bien del todo, aunque volvía locos a los fans en directo.

«Cuando tocábamos la canción en 1981, sabía que algo estaba pasando, pero sinceramente, cuando la vi en la película ‘Monster’ con Patty Jenkins, empecé a pensar: ‘Oh, Dios mío, realmente hay algo'».

«La letra habla sobre no rendirse, pero también es sobre ser joven, también es sobre pasar el rato, no rendirse y buscar esa emoción escondida en algún lugar en la oscuridad que todos estamos buscando. Es sobre tener esperanza y no rendirse cuando las cosas se ponen difíciles, porque te digo que las cosas se ponen difíciles para todos».

UN HIMNO A LA RESILIENCIA

En 2020, al principio de la pandemia de coronavirus, «Don’t Stop Believin'» se convirtió en un llamamiento a la unidad para los pacientes que se recuperaban de la COVID-19 en hospitales de Nueva York y Michigan. El clásico de 1981 sonó en el Hospital Henry Ford de Detroit (Michigan) y en el Hospital Presbiteriano de Queens de Nueva York durante las celebraciones cuando los pacientes de COVID eran dados de alta.

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